Con dicho recital tuvimos el privilegio de inaugurar el curso en el nuevo salón de actos que, gracias al esfuerzo común entre la directiva del Casino y el nuestro propio, ha resultado ser un marco de exposición extraordinario del que, no sólo nos sentimos orgullosos de utilizar, si no también agradecidos por la deferencia de la directiva en llamarlo “Salón ACADEMUS”.
Echamos en falta a nuestra “mami”, Rafi Cubero y a Nuria Fernández, de cuya presencia esperamos poder disfrutar en los próximos encuentros y también en lo personal. Pero sobre todo, a quien tuvimos presente en todo momento y más por el motivo de su incomparecencia, fue a nuestra amiga y compañera Ana Mari Rodríguez, que por su grave estado de salud no nos pudo regalar su compañía y su arte.
Algunos momentos del recital:
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